www.paquebote.com > Kazuo Ishiguro
Kazuo Ishiguro propón a lectores e lectoras un libro de relatos escritos seguindo o leit motiv da música. Un quinteto narrativo que desenvolve, en diferentes rexistros e sonoridades, un tema obsesivo: como manter acesa certa concepción romántica da vida mesmo cando, cos anos, as ilusións da mocidade desaparecen. Nocturnos, publicado en inglés en 2009, foi saudado moi favorablemente por críticos anglosaxóns do prestixio de Frank Kermode. Ishiguro explora neste libro as atomosferas creadas ao son de pezas musicais, nestes cinco relatos debuxa as relacións entre o amor, o paso do tempo e a música. Os seus personaxes son mozos soñadores, músicos de café e estrelas do espectáculo en decadencia, homes e mulleres en busca das ilusións perdidas e todos eles mergullados no ambiente creado pola música e a luz do serán.
Premio Novela Europea Casino de Santiago 2006. Inglaterra, finais do século XX. No medio da idílica paisaxe campestre, un colexio exclusivo acubilla os seus alumnos, protéxeos do mundo exterior, failles crer que son especiais, auténticos seres escollidos. Mais, por que están realmente alí? Kazuo Ishiguro, autor de The Remains of the Day, explora nesta novela as posibilidades da ficción a través dun relato que agacha unha verdade terrible. Non me deixes nunca é a historia dun destino inesperado, dun fado arrepiante que pon de relevo a fraxilidade do ser humano fronte a un mundo aparentemente feliz.
A primera vista, los jovencitos que estudian en el internado de Hailsham son como cualquier grupo de adolescentes. Practican deportes, tienen clases de arte y descubren el sexo, el amor y los juegos del poder. Hailsham es una mezcla de internado victoriano y de colegio para hijos de hippies de los años sesenta donde no dejan de repetirles que son muy especiales, que tienen una misión en el futuro, y se preocupan por su salud. Los jóvenes también saben que son estériles y que nunca tendrán hijos, de la misma manera que no tienen padres. Kathy, Ruth y Tommy fueron pupilos en Hailsham, y también fueron un juvenil triángulo amoroso. Y ahora, Kathy se permite recordar Hailsham y cómo ella y sus amigos descubrieron poco a poco la verdad. Y el lector de esta novela, utopía gótica, irá descubriendo con Kathy que Hailsham es una representación donde los jóvenes actores no saben que sólo son el secreto terrible de la buena salud de una sociedad.
Inglaterra, años treinta. Christopher Banks se ha conver-tido en el más célebre detective de Londres. Pero hay un enigma que es incapaz de resolver y del que él mismo es protagonista: cuando era niño y vivía en Shangai con su familia, sus padres desaparecieron misteriosamente. La ausencia de sus padres, de los que ni siquiera sabe con seguridad si están vivos o muertos, le atormenta. Y por eso decide enfrentarse al caso de su vida y viaja desde una Europa en la que emerge el fascismo y se avecina la guerra a un Shangai en el que se enfrentan los chinos comunistas y el ejército japonés invasor. Así, Christopher Banks, en busca de las claves de su pasado, se verá in-merso en una pesadilla kafkiana.
La Segunda Guerra Mundial ha terminado y Japón comienza a levantarse de entre sus cenizas. En los meses que van desde octubre de 1948 a junio de 1950, el tiempo que media entre el comienzo de las negociaciones para casar a una hija y el matrimonio, Ono, un anciano pintor, recuerda su vida y reflexiona sobre su carrera artística, en un intento por comprender una realidad cada día más ajena. «No sé de ningún colega que pintara su autorretrato con absoluta honestidad», declara Ono, y la pintura que va trazando de sí mismo y de su época es una versión susceptible de múltiples y contradictorias interpretaciones, una trama compleja de instantes perfectos y decisiones erróneas, de heroísmos y traiciones. Los triunfos del pasado de Ono quizá son ahora, como insinúan sus hijas, que esconden sus cuadros, aquello de lo que debería avergonzarse. Ono eligió abandonar las tradiciones pictóricas de sus maestros, los pintores del mundo flotante de los barrios de placer, donde las cosas más bellas se construyen en la noche y se desvanecen en la mañana, para dedicarse a loar un presente más heroico y menos fugaz. Y ahora, el imperio militar que pintó no es más que otro mundo flotante, desvanecido para siempre en la mañana del Japón «democrático» de la posguerra...